lunes, 14 de marzo de 2011

IV. FRUTOS DE LA ÉPOCA PERSA: Cuadro comparativo

FRUTOS DE ESTA EPOCA
Desde la religión del judaísmo del Segundo Templo
Desde la literatura del judaísmo del Segundo Templo
El templo.- El centro de toda la vida religiosa y social es el Templo de Jerusalén.

La ley.- "De Sión saldrá la Ley / y de Jerusalén, la Palabra del Señor" (Is 2,3). Desde el Templo, bocas sacerdotales exponen la Palabra del Señor, que es su "Torá", su "Enseñanza", su "Ley".
Es la reguladora de toda la vida del ser humano, que de este modo coloca toda su existencia, hasta los detalles más pequeños, bajo la mirada de Dios.

El pueblo.- Como decíamos antes, a partir de ahora "Israel" es el nombre de una comunidad religiosa. Ella es la heredera de las promesas que Dios hace a Abraham, y por tanto la única comunidad que tiene derecho a poseer la Tierra.
La "alianza de la circuncisión", la señal del pacto de Dios con Abraham.
El cumplimiento de la Ley de Moisés.

El monoteísmo.- "Un único Templo, una única Ley, un único Pueblo... porque hay un único Dios". 

Rechazo de las demás formas de "yahvismo".- La necesidad de mantener clara la identidad judía obliga a la eliminación de otras formas de judaísmo "pre-deuteronomista", tal como se viviría todavía en ciertas zonas rurales, o en antiguos santuarios locales, o en regiones geográficamente lejanas. A partir de ahora existirá una única forma de servir a Yahvé.
La necesidad de clarificar qué es  Israel obliga a recrear instituciones que definen su identidad:
Una historia común: un antepasado común (Abraham), la conquista de la Tierra "con el brazo fuerte de Yahvé", una monarquía ideal (David), etc.

Una legislación común, que preceptúa todos los ámbitos de la vida, cuyo núcleo es la vida litúrgica, y cuyo redactor es Moisés.
Es una época que nos ha dejado como herencia literaria.

El Pentateuco, aunque nos sea imposible precisar con más exactitud cuándo se termina de componer, y sólo podamos conjeturar alguna hipótesis sobre qué tradiciones puede estar detrás de su redacción, cuándo surgen y cómo se combinan entre ellas para dar el Pentateuco actual.

La historia deuteronomista, tras la experiencia del Destierro y el Retorno, que hacen reinterpretar la historia de modo nuevo.
Probablemente la última edición de los libros proféticos, recopilando y agrupando de forma inteligente materiales más antiguos.
Otros escritos que se van incorporando a la Biblia hebrea, como la historia cronista, las narraciones ejemplares, las composiciones poéticas, obras de la literatura sapiencial.

J. Mesianismo

J. Mesianismo, durante esta época se vivió cierta expectación viva en torno a Zorobabel  durante la reconstrucción del templo, pero fue un fenómeno pasajero. No había posibilidades reales para una restauración, que no permitía el poder persa, ni interesaba a la hierocracia sacerdotal. Por otra parte la reflexión sobre la historia  anterior da lugar a distintas posturas sobre el hijo de David.

I. Escatología

I. Escatología, una serie de factores  va potenciando el factor de esperanza siempre presente en el Yahvismo y lo encamina hacia la aparición de la escatología  y mesianismos más precisos. En esta época los profetas son más optimistas y ofrecen promesas de salvación, a las que camina la historia. 

H. Retribución y destino del hombre

H. Retribución y destino del hombre,  la teología deuteronómica que Dios dirige la historia en función de la fidelidad o infidelidad del pueblo. En la época persa, la obra del cronista había aplicado este mismo esquema en función de la fidelidad al templo. Ezequiel había matizado que cada individuo es responsable de sus acciones positivas y negativas y que por ello junto a la responsabilidad individual da lugar a un esquema retributivo que  populariza proverbios “el justo será premiado y el impío será castigado” con ello se exhorta al israelita a mantenerse a mantenerse  fiel y a evitar el pecado.

G. Israel en el contexto de la Historia

G. Israel en el contexto de la Historia, en la época persa la del pentateuco, presenta a Israel como obra de Yahvé, Señor de la historia en el marco de la historia universal. El judaísmo se ve en los patriarcas el origen de su pueblo y de su religión, pero estos no son el comienzo de la historia. Cuando Israel recuerda sus orígenes, se sitúa en la humanidad extendida por toda la tierra y dominada por el pecado, de la que Dios la toma libremente  y por propia iniciativa, eligiendo y llamando a los padres y comenzando una relación especial  con un nuevo pueblo. Donde Israel no se atribuye un origen mítico, sino que procede de los hijos de Sem (Gen 11,10-26) y la elección de Dios.

F. Yahvé Señor de la Historia

F. Yahvé Señor de la Historia,  los judíos proyectan sobre su concepción de Yahvé las experiencias históricas que están viviendo, la caída de Babilonia y la llegada del imperio persa. Yahvé es el Dios verdaderamente rey de reyes, señor de la historia y de todos los territorios, más allá de los conocidos. La obra creadora de Yahvé se extiende más allá del “imperio mundial” 

E. Perdida de la soberanía nacional

E. Perdida de la soberanía nacional,  el regreso a la tierra de Israel no supuso una recuperación de la independencia nacional que tenía Israel antes del destierro. De esta manera nace la teología de los pobres. Sin poder político, ni económico, ni militar, una fuente corriente dentro de Israel se concreta en la recuperación de sus tradiciones fuente de su identidad. Su única riqueza es el templo, el único poder, el sacerdocio.